La especialidad de búsqueda y rescate comenzó con los perros del Hospicio del Gran San Bernardo, a los que la mayor parte de los textos hacen referencia, y, especialmente, con el famoso perro llamado "Barry". Pero más cercano en el tiempo, en Suiza durante la Primera Guerra Mundial, se comienza a adiestrar los primeros perros de sanitarios para localizar a los caídos en el campo de batalla. Poco después, se adiestrarían para buscar a los sepultados bajo los escombros de los edificios derruidos por los bombardeos.