La Real Sociedad Canina de España (RSCE) lleva más de 100 años trabajando por la conservación, fomento y mejora de las razas caninas en nuestro país. Desde 1911 hemos velado para que un patrimonio antropológico, cultural e histórico único y singular, como es el Perro, se mantenga preservando sus aspectos más característicos y se garantice su pervivencia a través de la adecuación a la Sociedad en la que nos ha tocado vivir en cada momento.
La relación entre el Perro y el Hombre se remonta a miles de años atrás, sin que los estudiosos en la materia se lleguen a poner de acuerdo, a tenor de los constantes hallazgos que revelan, cada vez, una mayor antigüedad de esa simbiosis. El Profesor Robert Losey, Catedrático de Antropología de la Alberta University en Canadá y uno de los estudiosos más importantes del mundo de la relación Hombre-Perro ha afirmado recientemente que, sin esa ayuda recibida por parte de nuestros mejores amigos a lo largo de la Historia no se entendería nuestra evolución, nuestra actual civilización e, incluso, es posible que ni siquiera hubiésemos llegado hasta aquí. Todo eso hace que el empeño de la RSCE por afianzar esos tres pilares (conservación, fomento y mejora de las razas caninas en España) no sólo se mantenga, sino que sea cada vez más firme y decidido, tanto por su importancia histórica como por su actualidad.
Selección y Educación
La especie canina es, probablemente, la que muestra una evolución y desarrollo más singular de entre todas las existentes en el mundo. La razón es muy sencilla: la influencia del Hombre. A lo largo de los siglos, la versatilidad, lealtad y capacidad de aprendizaje de los perros han hecho que hayamos podido seleccionarlos con unos criterios de utilidad claros, para poder desempeñar todo tipo de labores. Caza, pastoreo o guarda, en un principio, carreras y compañía después y, en la actualidad, adaptaciones a labores de rescate, detección o auxilio a personas con capacidades diversas, entre otras, hacen del perro, sin duda, nuestro mejor amigo. Es muy importante mantener una serie de criterios selectivos en la crianza responsable de las razas caninas, criterios que en la RSCE cimentamos sobre tres pilares elementales: Salud, Temperamento o Educación y Morfología.
1. Salud
Los perros, como cualquier otro ser vivo, están sujetos a la influencia de determinadas afecciones y enfermedades que, en algunos casos, pueden ser características de cada raza en concreto. La Real Sociedad Canina de España promueve entre sus socios y criadores, en colaboración con otras asociaciones y Clubs de Raza, la realización de pruebas diagnósticas acerca de aquellas enfermedades que pueden afectar en mayor medida a la salud y el bienestar de los perros, con su consiguiente repercusión en la vida de sus propietarios. El conocimiento de la existencia de algunas de estas afecciones es, también, una herramienta imprescindible para los criadores, a la hora de evitar su propagación entre futuras generaciones.
Además, desde la RSCE, se trabaja para generalizar el uso de pruebas de ADN como herramienta imprescindible en el futuro de la selección, salud y mejora de las razas caninas.
2. Educación/Temperamento
Tan importante como la selección de la salud para la mejora de las razas caninas lo es la de su temperamento y la adecuación del mismo a las condiciones de nuestra Sociedad actual.
Las cerca de 400 razas caninas reconocidas en el mundo han sido seleccionadas con un criterio de utilidad, para desempeñar una labor determinada, labor que viene condicionada tanto por su tipo como, sobre todo, por su carácter.
Si hay algo que es común a todos los perros del mundo es su vinculación con el Hombre y, por tanto, incluso en los casos de razas con un temperamento más fuerte, todas ellas tienen una relación especial con nosotros que nunca debe manifestarse a través de un instinto de violencia o agresión.
La Real Sociedad Canina de España promueve, como herramientas de selección de carácter, la realización de determinados Test y Pruebas Oficiales. Algunos de ellos son de mayor especificidad, en función de su desarrollo para una raza o grupo de razas determinadas, como es el caso de la Prueba Polivalente para el Perro de Agua Español o de las Pruebas de Aptitudes Naturales para perros de caza, distinguiendo entre Perros de Muestra, Spaniels, Retrievers, Teckels, Terriers y Perros de Rastro.
En todas estas pruebas se intenta valorar el temperamento de los individuos en función de su raza, de forma que se garantice la pervivencia de las características distintivas de cada una de ellas que, en definitiva, es lo que las ha llevado hasta nosotros, haciendo un gran hincapié en penalizar determinados comportamientos que puedan denotar inseguridad, desequilibrio o agresividad.
Otra herramienta muy interesante y, en este caso, de carácter más general, es la Prueba de Sociabilidad de la RSCE.
A diferencia de lo que ocurre con las pruebas anteriormente mencionadas, en las que se busca potenciar el mantenimiento del temperamento natural y característico de las razas, la Prueba de Sociabilidad nos muestra un comportamiento adquirido, a través de un trabajo de educación básico, tanto del perro como de su guía, valorando sus reacciones ante estímulos y situaciones que se pueden encontrar en el día a día de cualquier pueblo o ciudad, así como de la capacidad de conexión y control existente entre el binomio perro-guía.
La Prueba de Sociabilidad, para ser superada, exige de un trabajo previo que resulta fundamental como garantía del buen comportamiento de nuestros perros y, por añadidura, dotan a los propietarios de habilidades, herramientas y conocimientos indispensables para el manejo y la tenencia responsable de sus mascotas.
La RSCE promueve la realización de esta Prueba de Sociabilidad para cualquier raza pero, además, exige su superación de manera obligatoria en aquellos perros que, con motivo de la celebración de cualquier evento organizado o autorizado por la Real Sociedad Canina de España, haya mostrado un comportamiento agresivo probado. De esta manera nos ocupamos de intentar que cualquier conducta fuera de lo que marcan las normas de convivencia, sea corregida en lo posible.
Un paso más en la selección de carácter y educación de los perros es todo el catálogo de Pruebas Deportivas y de Trabajo de la RSCE: Agility, Rastro, Pruebas de Campo, IPO, Mondioring, Obediencia, IPO-FH.
La práctica de cualquiera de estas disciplinas implica una concienciación del propietario o del criador, que debe hacer un trabajo en el que se manifiesten las características temperamentales de su perro, además de potenciar otros aspectos tan interesantes como la coordinación, control, equilibrio, convivencia y compañerismo, siendo un marco ideal para la educación de los perros y la relación entre estos y las personas.
3. Morfología
La apariencia física de las diferentes razas caninas no son fruto del capricho o de la moda, sino que vienen derivadas de factores tan determinantes como su funcionalidad o su origen geográfico.
Por eso, todas las razas caninas cuentan con un estándar morfológico en el que se recogen sus características esenciales, tanto morfológicas como temperamentales y funcionales.
La Real Sociedad Canina de España fomenta el mantenimiento de dichas características a través de la celebración de Exposiciones y Concursos, en los que Jueces con la formación adecuada deben valorar a cada ejemplar en función de su estándar.
Dicha valoración debe ser lo más objetiva posible, penalizando la existencia de exageraciones, malformaciones, aspectos que vayan en contra de la salud y bienestar de los perros y temperamentos desequilibrados, temerosos o agresivos.
Los certámenes de morfología deben servir a los criadores y aficionados como ayuda a la hora de seleccionar para la reproducción a aquellos ejemplares que más se ajustan a su estándar, no sólo por bellos sino también por equilibrados y sanos.
Convivencia
Sólo a través de una selección y educación adecuadas podemos garantizar una convivencia armoniosa entre los perros y las personas. Esa es la preocupación y misión fundamental de la Real Sociedad Canina de España.
Los errores individuales en la crianza, educación o tenencia de perros pueden derivar en sucesos indeseados en los que se pone en riesgo la convivencia, la seguridad e incluso la vida, tanto de personas como de otros animales. Desde la RSCE queremos conseguir que todas las partes implicadas en esta realidad tan maravillosa como es el perro de raza en la Sociedad actual, cuenten con las herramientas adecuadas para mantener una relación que se prolonga desde hace miles de años y para dar a conocer las virtudes y beneficios de la relación entre las personas y los perros.
El perro es un bien social, un patrimonio único que debemos conservar, un animal diferente que consigue convertirnos en mejores personas, que aporta equilibrio vital y emocional a quienes conviven con él y que merece que toda su lealtad le sea devuelta por nosotros de manera responsable.
La Real Sociedad Canina de España seguirá trabajando, como hace desde 1911, para la promoción y mejora de los perros de raza en nuestro país a través de una crianza responsable, concienciada en la potenciación de su salud y bienestar, en la selección de un carácter adecuado y un físico equilibrado y en la educación, tanto de perros como de criadores y propietarios y, especialmente, de los niños, para conseguir que la convivencia, el bienestar y la tenencia responsable estén por encima de todo.