El ADN es una garantía de protección, bienestar y confianza
El ADN constituye la identidad biológica única e inalterable de cada perro, lo que lo convierte en una herramienta esencial de protección y garantía frente a situaciones de pérdida o robo. A diferencia de otros sistemas de identificación, la información genética no puede ser alterada ni suplantada, facilitando la correcta recuperación de los animales y evitando conflictos de propiedad. La incorporación del ADN en los procesos de identificación y registro refuerza la seguridad jurídica y contribuye a una mayor protección del perro y de sus propietarios. Asimismo, la trazabilidad genética ayuda a prevenir el fraude, la cría irregular y el tráfico ilegal de perros, garantizando un origen conocido, verificable y responsable. Desde la Real Sociedad Canina de España (RSCE), el uso del ADN se concibe como una herramienta al servicio del bienestar animal, la preservación de las razas y la protección de perros, propietarios y criadores responsables, integrándose en el pedigrí oficial como un valor añadido de transparencia y confianza.