La FCI, que se reunió esta semana en Ámsterdam, otorga la máxima distinción mundial a esta raza de perro procedente del Marco de Jerez y usada históricamente para cazar ratones en las bodegas.
Globalmente, hay cerca de 400 razas reconocidas y este reconocimiento permite impulsar la protección y mejora de la cría; además de, competir en los certámenes de la FCI y optar a sus títulos.
España cuenta, desde esta semana, con una nueva raza canina oficialmente reconocida al máximo nivel internacional. El Ratonero Bodeguero Andaluz ha recibido el espaldarazo final en su reunión celebrada en Ámsterdam del Comité General de la Fédération Cynologique Internationale (Fédération Cynologique Internationale (fci.be)), la federación canina más grande del mundo, cuyo único miembro en España es la Real Sociedad Canina de España (RSCE).
Se trata de la raza canina española número 14, aceptada por la FCI, tras completar este proceso en 2022 el Ratonero Valenciano. Existen alrededor de 400 razas reconocidas en el mundo, tras superar un largo proceso que puede durar décadas. En el caso del Ratonero Bodeguero Andaluz, los trámites se iniciaron en el año 2000, por lo que ha durado aproximadamente un cuarto de siglo.
El proceso de reconocimiento del Ratonero Bodeguero Andaluz (Razas espñolas Ratonero Bodeguero Andaluz – RSCE) lleva años en marcha. A comienzos de junio, en Ciudad Real durante la XL Exposición Internacional Latin Winner y la XCV Exposición Internacional RSCE Winner, organizadas por la Real Sociedad Canina, la raza pasó con nota el último de los requisitos, siendo examinada por los expertos internacionales comisionados por la FCI Petru Muntean y Svanste Frisk.
El Ratonero Bodeguero Andaluz procede de la zona del Marco de Jerez, famosa por sus bodegas y licores, a donde llegaron sus ancestros acompañando a los ingleses. Estos se establecieron en la zona para comerciar con los vinos de Jerez, los caballos españoles o las naranjas sevillanas, entre otras delicias de la zona. Un detalle que no es nimio, pues la funcionalidad de esta raza está en su empleo para la caza de ratones escondidos entre las barricas de vino y en las cuadras de caballos. Una relación histórica entre esta variedad canina y el licor jerezano que culmina con el máximo reconocimiento global.
¿Qué implica ser una raza a nivel mundial?
La internacionalización del Ratonero Bodeguero Andaluz tiene múltiples y muy positivas implicaciones para el desarrollo, conservación y mejora de dicha raza. Supone, para empezar, un respaldo a la labor realizada por los criadores especializados, los garantes del bienestar de estos ejemplares; una figura, la del criador, que está en el centro de la Ley de Bienestar Animal, cuyo desarrollo reglamentario se está produciendo en estos momentos.
También es un estímulo para los clubes especializados, dedicados en cuerpo y alma a difundir las razas caninas. Igualmente, se abren oportunidades, incluso fuera de España, para aquellos aficionados que contemplen criar -en condiciones idóneas- el Ratonero Bodeguero Andaluz gracias a la visibilidad que otorga el reconocimiento de la FCI. Por ejemplo, se sabe que hay muchos ejemplares de Ratonero Bodeguero en distintos países sudamericanos y en Escandinavia.
En adelante, el Ratonero Bodeguero Andaluz podrá competir en todos los países y competiciones de la órbita de la FCI, haciéndolo ahora en el Grupo 3, con las demás razas Terrier. El mejor escaparate fue la World Dog Show, la Exposición Mundial Canina que a mediados de 2022, organizada exitosamente en el Recinto Ferial de IFEMA de Madrid por parte de la RSCE, la organización canina más grande y antigua de España fundada en 1911. Finalmente, el paso aprobado por la FCI supone afianzar al Ratonero Bodeguero Andaluz, frente a otras razas que pudieran presentar características similares o que, incluso, fueran derivadas de dicho ejemplar.
Un lento proceso garantista
El desarrollo de las pautas de la FCI es lento y ofrece todas las garantías posibles. Para ser aceptada por la FCI, una raza tiene que tener población registrada a lo largo de cinco generaciones y haber transcurrido, no menos de diez años, desde el reconocimiento provisional. Para conseguir esta provisionalidad, a su vez, hay que cumplir otros requisitos. Entre ellos, tener registrada la raza un mínimo de quince años, en un club canino nacional. Una vez completados los pasos anteriores, la RSCE debe presentar un informe escrito sobre el desarrollo de la raza, la cantidad de ejemplares, el estado de salud del estándar de raza, una evaluación del comportamiento y temperamento o destacar posibles dificultades que se hayan experimentado durante el periodo provisional, además de otras condiciones. Todo ello, a nivel mundial.
Esto desemboca en un nuevo examen conjunto, por parte de las comisiones científica y de estándares de la FCI. En él, se pueden introducir enmiendas y de donde sale la propuesta para el reconocimiento definitivo que se envía a la Asamblea General de la FCI para su aprobación. Si, en 15 años, no se registra ninguna actividad de la raza y no se presenta una propuesta de reconocimiento definitivo, la raza será borrada de la lista de la FCI. En este sentido, en el evento internacional de junio de Ciudad Real, organizado por la RSCE, se completaron los últimos pasos para reconocer al Ratonero Bodeguero Andaluz. Para aportar su valoración, acudieron los jueces internacionales Petru Muntean, miembro de la Comisión de Estándares de la FCI, y el juez internacional all-rounder Svanste Frisk, comisionado por el Comité General de la FCI.
Para el presidente de la Real Sociedad Canina de España, José Miguel Doval, “de ahora en adelante hay un antes y un después con la internacionalización del Ratonero Bodeguero Andaluz. Tiene que haber un impacto directo sobre la salud, sobre el mantenimiento de un acervo genético más amplio de los ejemplares, pero también un interés de aficionados y criadores de todo el mundo para conseguir un ejemplar y plantearse la cría o la exposición en sus países de forma reglamentada. Es un día histórico para el mundo canino nacional”.
COMUNICACIÓN RSCE