La Real Sociedad Canina de España expresa su firme rechazo a cualquier prohibición establecida sobre una raza canina.
Las noticias llegadas desde Alemania, con la campaña emprendida por nuestra homóloga, la VDH, para recabar apoyos en contra de una futura normativa que establezca restricciones o prohibiciones para la cría de determinadas razas, entre las que podrían estar los Teckel o el Pastor Alemán, han despertado un gran revuelo y una honda preocupación entre todos los aficionados a los perros, criadores y entidades de cría de Europa y del mundo entero.
Ante dichas noticias, como Presidente de la Real Sociedad Canina de España, entidad fundada en 1911 para el fomento y la mejora de las razas caninas en España, quiero expresar lo siguiente:
En primer lugar, dar todo nuestro apoyo y solidaridad a la VDH y a toda la familia cinófila alemana, ofreciéndonos para colaborar en cuanto sea necesario para impedir que este tipo de restricciones se pongan en marcha.
Cualquier actuación que se ponga en marcha en el ámbito político hacia los perros de raza debe contar siempre con la colaboración y el respaldo del mundo científico/académico, así como del mundo profesional, representado por las asociaciones caninas nacionales y los clubes de raza.
Las razas caninas son el fruto de una selección realizada desde hace miles de años por el Hombre, siempre con criterios funcionales y buscando la adaptación a condicionantes externos, como el clima, el terreno y, especialmente, el trabajo a desarrollar.
El perro no ha sido nunca un animal de producción, por lo que en su selección no se atiende a criterios de rendimiento en cuanto a carne, pieles, etc… sino que se busca que puedan hacer una labor determinada de la forma más eficaz y eficiente posible.
Por tanto, precisamente por esos criterios de eficacia y eficiencia, el perro de raza es un animal básicamente sano, con independencia de la raza a la que pertenezca.
Eso no quiere decir, por supuesto, que los perros de raza no estén expuestos a sufrir determinadas enfermedades o problemas, pero es precisamente la cría responsable, certificada, trazable y seleccionada, la mejor manera de luchar contra este tipo de enfermedades, de la mano de la ciencia y los avances en materia genética que se producen a diario.
Sólo el cambio de una cría estrictamente funcional hacia una cría recreativa, así como a la proliferación de criadores “de patio trasero” o criadores comerciales masivos e incontrolados, son los responsables de que algunos problemas se hayan extendido entre determinadas razas.
La moda, la codicia y también la búsqueda de rasgos hipertípicos son otros de los causantes de estos problemas, pero sólo el establecimiento de medidas de control por parte de las ONC puede ayudar a reducir la incidencia de los mismos.
Prohibir una raza significa acabar con una riqueza histórica y antropológica, dejar fuera de juego a aquellas personas que dedican su tiempo y su esfuerzo a la mejora de dicha raza y, por contra, abrir la puerta a aquellos que crían sin control, que no sienten la necesidad de registrar su trabajo, certificarlo, o de darle un nombre, pudiendo sustituirlo por otro nuevo, inventado y que no obedece más que a criterios de enriquecimiento económico. Por cada raza que se prohíba, habrá otra que la sustituya, aunque sólo sea en el nombre, pero que no podrá ser controlada porque no estará sometida a los criterios que desde hace casi dos siglos se establecen a través de las asociaciones de criadores.
Dichas prohibiciones dejarán también a sus anchas a aquellos que, por falta de educación, de conocimiento o de responsabilidad, crían perros de manera aleatoria, sin seguir ningún criterio de selección y, por supuesto, sin dejar huella o registro de los mismos.
Los criadores responsables, los criadores que trabajan por su raza en un marco regulado, son los únicos que pueden garantizar la evolución y la salud de las razas caninas puras.
Cada año aumenta el arsenal de pruebas genéticas y veterinarias a nuestra disposición para criar perros más sanos y para acabar con enfermedades genéticas y congénitas. Según estudios recientes, la esperanza de vida de los perros de raza es mayor que la de los mestizos, e igualmente en aquellos países con una mayor tasa de perros de raza es donde menos se dan los casos de maltrato y abandono.
Las razas caninas no se dan de por si, de manera independiente. Obedecen al trabajo y el empeño de los criadores y de las asociaciones formadas por estos. Abordar cualquier propuesta normativa que ataña a los perros de raza sólo se puede hacer bien si se cuenta con el consenso y el consejo de los criadores, los clubs de raza y las ONC.
Atacar las razas caninas es atacar nuestra historia y nuestra cultura. La evolución del Hombre no se entiende sin el perro a su lado. Los perros, a lo largo de la Historia, nos han protegido, han cazado con y para nosotros, han cuidado de nuestros rebaños, de nuestras casas, de nuestros hijos y en tiempos más recientes han ayudado a nuestra policía y ejércitos, nos han rescatado en situaciones de catástrofe, han auxiliado a aquellos que lo necesitan para el desarrollo de su vida cotidiana o, simplemente, han mejorado nuestra vida con su compañía.
Por eso, desde la Real Sociedad Canina de España estamos totalmente en contra de cualquier legislación encaminada a la prohibición o la eliminación de cualquier raza canina y por ello, desde hoy mismo, nos ponemos en marcha para conseguir a nivel nacional, pero también a nivel internacional mediante nuestra presencia en uniones como la Alianza Cinófila Latina, la Unión Canina Mediterránea y, especialmente, la Fédération Cynologique Internationale (FCI), la protección de la cinofilia como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, para lo que esperamos el apoyo de todos los que, en el mundo, amamos a los perros.
José Miguel Doval
Presidente
NO to the ban on dog breeds
The RSCE expresses its firm rejection of any prohibition established on a dog breed.
The news coming from Germany, with the campaign undertaken by our counterpart, the VDH, to gather support against future regulations that establish restrictions or prohibitions for the breeding of certain breeds, among which could be the Dachshund or the German Shepherd, have aroused a great stir and deep concern among all dog fans, breeders and breeding entities in Europe and around the world.
Given this news, as President of the RSCE, an entity founded in 1911 for the promotion and improvement of dog breeds in Spain, I want to express the following:
First of all, give all our support and solidarity to the VDH and the entire German dog family, offering to collaborate as necessary to prevent these types of restrictions from being put into place.
Any action that is implemented in the political sphere towards purebred dogs must always have the collaboration and support of the scientific/academic world, as well as the professional world, represented by national canine associations and breed clubs.
Dog breeds are the result of a selection carried out thousands of years ago by Man, always with functional criteria and seeking adaptation to external conditions, such as climate, terrain and, especially, the work to be carried out.
The dog has never been a production animal, so its selection does not take into account performance criteria in terms of meat, skin, etc… but instead seeks to ensure that it can do a specific job in the most effective and efficient way. possible.
Therefore, precisely because of these criteria of effectiveness and efficiency, the purebred dog is a basically healthy animal, regardless of the breed to which it belongs.
This does not mean, of course, that purebred dogs are not exposed to certain diseases or problems, but responsible, certified, traceable and selected breeding is precisely the best way to fight against these types of diseases, hand in hand of science and advances in genetics that occur daily.
Only the change from strictly functional breeding to recreational breeding, as well as the proliferation of “backyard” breeders or massive and uncontrolled commercial breeders, are responsible for some problems that have spread among certain breeds.
Fashion, greed and also the search for hypertypical traits are other causes of these problems, but only the establishment of control measures by NCOs can help reduce their incidence.
Banning a breed means ending a historical and anthropological wealth, leaving out those people who dedicate their time and effort to the improvement of said breed and, on the other hand, opening the door to those who breed without control, who do not feel the need to register their work, certify it, or give it a name, being able to replace it with a new one, invented and that only obeys criteria of economic enrichment. For each breed that is banned there will be another that will replace it, even if only in name, but which cannot be controlled because it will not be subject to the criteria that have been established for almost two centuries by breeder associations.
These prohibitions will also leave at ease those who, due to lack of education, knowledge or responsibility, breed dogs randomly, without following any selection criteria and, of course, without leaving a trace or record of it.
Responsible breeders, breeders who work for their breed in a regulated framework, are the only ones who can guarantee the evolution and health of pure dog breeds.
Every year the arsenal of genetic and veterinary tests at our disposal increases to breed healthier dogs and to eliminate genetic and congenital diseases.
According to recent studies, the life expectancy of purebred dogs is greater than that of mixed breeds, and likewise in those countries with a higher rate of purebred dogs, cases of abuse and abandonment occur the least.
Dog breeds do not exist by themselves, independently. They obey the work and commitment of the breeders and the associations formed by them. Addressing any regulatory proposal that concerns purebred dogs can only be done well if there is consensus and advice from breeders, breed clubs and NCOs.
Attacking dog breeds is attacking our history and our culture. The evolution of Man is not understood without the dog by his side. Dogs, throughout History, have protected us, they have hunted with and for us, they have taken care of our flocks, our homes, our children and in more recent times they have helped our police and armies, they have rescued us in catastrophe situations, they have helped those who need it to carry out their daily lives or, simply, they have improved our lives with their company.
For this reason, from the RSCE we are totally against any legislation aimed at the prohibition or elimination of any canine breed and for this reason, starting today, we are setting out to achieve at the national level, but also at the internationally through our presence in unions such as the Latin Cynophile Alliance, the Mediterranean Canine Union and, especially, the Fédération Cynologique Internationale (FCI), the protection of cynophilia as Intangible Heritage of Humanity, for which we hope for the support of all those who love dogs, all around the world.
José Miguel Doval
President