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Glándulas Anales

Glándulas Anales

(Autor: Susana Giménez Rosselló, Grupo Vetmóvil Hospital de Día Vetersalud Bahía)

¿QUÉ SON?
Son pequeños sacos a ambos lados del ano, que se conectan al recto a través de un par de conductos de drenaje.
Secretan un líquido oscuro de textura aceitosa y con un olor maloliente característico.
Están presentes en los perros y en otros animales, como los gatos y los hurones.

¿PARA QUÉ SIRVEN?
Tienen varias funciones:

  • Facilitar el paso de las heces por el recto con su vaciado.
  • Servir como seña de identidad de cada perro, es decir, un marcaje para el reconocimiento social.
  • Liberar el contenido de las glándulas como respuesta a una amenaza en situaciones de estrés.

PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES. ¿QUÉ SÍNTOMAS PRESENTAN? ¿CUÁL ES SU TRATAMIENTO Y PRONÓSTICO?

Las patologías se presentan ante una obstrucción o por problemas seborreicos generalizados.

Cuando se obstruye el conducto de drenaje comienza una cascada de eventos que pueden llevarnos a varios tipos de patologías:

  • Impactación/Absceso/Saculitis Anal: El conducto de drenaje se obstruye, se produce estasis de la secreción y se puede desarrollar una infección secundaria, dando lugar a un absceso o a celulitis. Es un problema que se repite en el tiempo. Puede afectar a una o a las dos glándulas. Suele afectar más a los perros que a otros animales.

Síntomas/signos clínicos: Varían desde los más leves como, por ejemplo, el prurito de la zona anal que se caracteriza porque el animal se muerde o se lame la zona perianal (esto se conoce como el signo del trineo: el animal anda sobre las patas delanteras arrastrando el ano contra el suelo) y la hematoquecia (presencia de sangre fresca en las heces); hasta los signos de los casos más severos, como son la hinchazón dolorosa e inflamación de la zona perineal, podrían verse los conductos de drenaje, disquecia (defecación difícil y dolorosa) o estreñimiento y, en ocasiones, fiebre. El líquido presenta una coloración de gris a castaño.

Diagnóstico diferencial: parásitos o pulgas.

Tratamiento: En casos leves se debe vaciar la glándula y aplicar una solución con antibióticos y corticoides. Una solución salina puede ayudar a vaciar los sacos impactados. En los casos más severos se debe abrir el saco para su vaciado y lavado con clorhexidina o povidona yodada diluidas. Se aplicarán compresas calientes y antibióticos sistémicos. Si hubiera recidiva se recomienda la saculectomía (exéresis de los sacos anales).

Pronóstico: bueno.

  • Fistulización: Los orificios anales y/o los sacos anales impactados se infectan, hay una posterior inflamación de la mucosa, que puede adelgazarse, rompiéndose la glándula dentro de los tejidos profundos o drenar hacia el exterior una sustancia compuesta de sangre, pus y un líquido de olor nauseabundo. En ocasiones, la impactación se debe a la presencia de fecalitos en los sacos anales. Es un problema que se repite en el tiempo. Puede afectar a una o a las dos glándulas.

Síntomas/Signos clínicos: La patología es más compleja, presentándose estreñimiento, mal olor, dolor rectal y/o secreción rectal.

Tratamiento: Puede requerir varios días de curas, cirugía en algunos casos (excisión quirúrgica) o electrocauterización para solucionar este problema. Por esta razón, se recomienda llevar rápidamente a la consulta al animal cuando comience con los signos típicos de presencia de una impactación, para que el veterinario proceda al vaciado de las glándulas, evitando de esta manera una futura infección o fistulización. Los esteroides y antibióticos (anaerobios), como la clindamicina se administrarán cuando el tratamiento con otros antibióticos falle. Sustancias que ablanden las heces y dietas hipoalergénicas suelen ser un complemento al tratamiento farmacológico.

Pronóstico: reservado.

  • Adenoma de los Sacos Anales: Es un tumor benigno. Se requiere una biopsia para su confirmación.

Síntomas/Signos clínicos: En ocasiones se palpa una masa en un saco anal o pararrectal, hipercalcemia (aumento de calcio sanguíneo) paraneoplásica que produce anorexia, disminución de peso, vómitos, poliuria (aumento del número de micciones, polidipsia (aumento de la sed), estreñimiento, disquecia, deposición en forma de cintas e inflamación perianal. Suelen metastatizar a los ganglios linfáticos y con menor frecuencia al hígado, bazo y pulmones.

Tratamiento: Depende de la progresión de la neoplasia, se recomienda escisión del tumor y/o quimioterapia paliativa y radioterapia. Si la hipercalcemia está presente, debe ser tratada.

Pronóstico: reservado.

¿POR QUÉ SE OBSTRUYEN?

Puede ocurrir por diversas razones:

  • La estructura anatómica del animal.
  • Un cambio en la densidad de las secreciones de las bolsas anales.
  • Un incremento en la producción de dichas secreciones.
  • Ante la presencia de heces demasiado blandas.

¿QUÉ CUIDADOS PUEDEN HACER LOS PROPIETARIOS EN CASA?

Se sugiere para aquellos animales que padecen con frecuencia impactación de las glándulas anales, una dieta rica en fibras. La fibra aumenta el volumen de las heces, provocando más presión sobre las glándulas, favoreciendo así su vaciado cuando el animal defeca. No se recomienda dar huesos, puesto que causan estreñimiento.

Mantener una buena higiene de la zona perineal.

El propietario también puede aprender a vaciar manualmente los sacos anales de su perro, cuando se trate de una impactación que aún no provoque mucho dolor a su animal.

El vaciado de las glándulas anales, por parte de los propietarios, debe realizarse únicamente, cuando aparezcan los síntomas anteriormente descritos, debido a que un vaciado con excesiva frecuencia, podría ser contraproducente.

¿CÓMO SE REALIZA EL VACIADO DE LAS GLÁNDULAS ANALES EN EL CASO DE UNA IMPACTACIÓN?

Materiales: Guantes de látex, gasas, vaselina o una pomada lubricante, clorhexidina o povidona yodada (Betadine), pomada con antibiótico y corticoides.

Procedimiento: Ponerse unos guantes. Sujetar firmemente al animal. Tener preparado las gasas para limpiar la zona una vez vaciadas las glándulas. Ponerse un poco de vaselina en el dedo índice e introducirlo suavemente por el ano. Localizar las glándulas, las cuales se encuentran situadas, correspondiendo a las agujas de reloj, en la posición de las 5 y las 7. Con el dedo pulgar, hacer presión desde el exterior para ir vaciando la glándula. Intentar no obstruir la salida del líquido con el dedo índice. Limpiar la secreción de la glándula, que irá saliendo por el ano, con las gasas. Repetir la operación con la otra glándula. Cambiarse el guante. Limpiar el recto con gasas humedecidas en clorhexidina diluida al 0,5% o povidona yodada diluida al 10%. Y por último poner un poco de pomada que contenga antibióticos y corticoides en la salida de los conductos de drenaje de las glándula.

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