En varios estudios llevados a cabo por universidades americanas y europeas, se ha demostrado que no solo las personas sufren sobrepeso o están gordos, sino que los animales de compañía también lo sufren.
(Autor: Javier Birlanga Urbán, Hospital Veterinario Vetersalud)
Para llegar a esta conclusión, la Universidad de Alabama (Estados Unidos) hizo un estudio desde 1948 hasta el año 2000, en el que demostraron que los animales de compañía de media habían aumentado su peso en un 10%. Las causas que este estudio define no son sólo por la alimentación sino también debidas al aumento de la temperatura donde viven los animales y a sustancias que pueden alterar el metabolismo de los animales, especialmente el sistema endocrino.
Sin movernos de Estados Unidos, las tasas de sobrepeso en el caso de los perros, están dentro de la horquilla del 23% al 41% y un 5,1% tiene obesidad.
Otro de los países donde la obesidad y el sobrepeso son frecuentes y además considerados como una patología común es en Australia. Los veterinarios determinan que esta patología da lugar a otras patologías muy severas, como artritis y patologías cardiacas. Como vemos, a tenor de estas situaciones, no debemos considerar un aumento de peso excesivo de nuestro mejor amigo como una cosa “normal” o no darle importancia, ya que tan importante es el aumento del peso incontrolado como las consecuencias sanitarias que tienen sobre nuestro mejor amigo. No se quiere más a un perro por tenerlo más gordo o por darle un menú inadecuado. La alimentación es una de las herramientas más importantes para tener unas condiciones sanitarias adecuadas de nuestra mascota. Yo diría que la principal. Hay una frase que lo define de forma adecuada y es muy explícita: “SOMOS LO QUE COMEMOS”.
En este sentido, existen casos de propietarios de mascotas con obesidad que han sido denunciados por crueldad animal. En el año 2006, dos hermanos británicos fueron acusados de la crueldad, el abandono y el maltrato a los que fue sometida su mascota de raza Labrador, que atendía al nombre de “Chocolate” y al que sus dueños sometieron a un estado de obesidad que podía ser comparado con una foca, debido a que el perro apenas podía dar algunos pasos.
En el caso de nuestro país, cuando existe obesidad, no debemos irnos muy lejos del entorno familiar para encontrar las razones de peso que provocan este estado en algunas de nuestras mascotas.
La alimentación en primer lugar y la falta de ejercicio son dos razones por las que los animales domésticos sufren sobrepeso u obesidad.
En el caso de la alimentación, no sólo es que en algunos domicilios no se les dé piensos equilibrados, sino que pueden venir acompañados de los restos de comida de casa, especialmente los que comen pegados a nuestras mesas. Comentarios como “es que siempre le cae algo de la comida o la cena” o “desayuna lo mismo que yo”, son actitudes que facilitan el sobrepeso y alteran las condiciones sanitarias de los animales domésticos.
Es, por tanto, necesario que mantengamos las recomendaciones nutritivas que nos aconseje nuestro veterinario y que, a cualquier alteración de peso que observemos en nuestra mascota, pasemos por su consulta. Él debe buscar las razones de esta situación, porque a lo mejor son endocrinas.
Y por encima de todo, debemos mantener la alimentación de nuestra mascota con un pienso equilibrado y con un ejercicio físico adecuado. Muchos propietarios, han recuperado forma física gracias al ejercicio con su mejor amigo.